LAMA TEMPLE escrito por JL




Después de estudiar durante más de diez años en un colegio de monjas te pueden pasar dos cosas: o te levantas cada día cantando el “Dios es amor” con ceniza en la cabeza o no vuelves a pisar una iglesia en tu vida. Digamos que yo soy de los que se le olvidó el padre nuestro al mes de salir del convento…Mi fe iba disminuyendo proporcionalmente con el paso de los años, cada vez más ateo, teniendo fe, pero en otras cosas que siento, como en la gente que con sólo mirarte sabe decirte que te quiere o que un abrazo se puede convertir en el regalo más increíble que nunca antes habías recibido… (Paro ya que me pongo tontorrón….) .
Total, que llego a China y aquí la religi
ón es algo que pasa totalmente desapercibido. Los chinos creen más en el dinero. Ahorran sin parar. Es algo increíble. Aunque ganen muy poco, tienen una capacidad de ahorro increíble (para que luego digan de los catalanes…) son super apañaos, aprovechan todo al máximo, rara vez salen de discotecas o a tomar unas copas y no necesitan la preciada “intimidad” que nosotros consideramos básica, así que pueden compartir habitación (7 ó 8 personas) sin problema. Bueno, pues en este ambiente tan ateo (que me encanta), empecé a visitar los lugares más carismáticos de Beijing. Que si la plaza de Tiananmen, la ciudad Prohibida, la Gran Muralla… hasta que llegué al Lama Temple. Es curioso, pero estando tan cerca de casa no lo visité hasta pasados unos meses de estar en Beijing. Sólo al entrar, ya te embriaga el olor a incienso y una sensación indescriptible. Es increíble la paz que sientes al llegar a ese lugar. Los chinos queman incienso delante de los budas, todo esto rodeado de monjes que se pasean tranquilamente por el templo. Desde aquel primer encuentro, los demás han venido solos… ¡con lo ateo que soy yo! ¿Cómo puedo sentir algo tan profundo al entrar aquí? Soy un Lama Temple adicto, por vocación, no por obligación. Me siento en una esquina de uno de los templos con las piernas cruzadas y medito. Es simple y mágico a la vez. Serán las buenas energías o el incienso… quién sabe… pero esto me ha enseñado que la “fe” o lo que sea no te la tienen que imponer, sino que cada uno de nosotros la tiene que encontrar.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

mira..a mi me paso lo mismo, toda mi vida mi madre llevandome a un colegio de monjas..y mira como he salido...jajjajajaj atea hasta la medula...tendra que ver digo yo...las jovencitas que el cura llevaba a su casa y que corrian medio en pelotas cuando mis padres fueron a hablar con el para que yo hiciera la comunion de largo...fue la moda de vestidos de calle y yo no estaba por la labor...
o a la directora de mi colegio que era monja y años despues se lio con otro cura tambien de los que dban misa los domingos y lloraba el muy falso cada vez que se zampaba la ostia y se bebia el vino....jamas me crei nada..y ademas tal como me trato la vida, pense que si habia un dios..era clasista...dinero llama dinero..y problemas a problemas....osea yo....
lo de la ultima parte del relato no lo entendi muy bien...era incienso...o alguna hierba prohibida? jajajajajaj que pa meditar con los ojos cerrados es lo mejor....ejemmmmm....

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