Fefi tiene a Fernandito en su regazo y está viendo un concurso de esos para retrasados mentales que dan en las cadenas que no las conoce ni su dueño. Capital de España, envía un SMS al 4444 con la respuesta correcta. Díme, Julia, ¿sabes la respuesta? Dime, dime...¡ay, se ha cortado, vaya desgracia! Pasamos otra llamada, ¡ay, también se ha cortado! ¡Vaya nochecita que llevamos! La presentadora es una antigua concursante de Gran Hermano que la única titulación que tiene en su currículo es haberse acostado con todos los aprendices de famosos del país. De vez en cuando se le caen los papeles de una especie de estrado que tiene y pega un grito como si se le hubiese caído un jarrón chino de cuatrocientos millones de leiros.
- Buenas noches, Fefi, ¿has cenado? ¿quieres un colacao?
Está embobada. El niño respira fuerte y hace como que se despierta. Habrá escuchado la voz de su madre...qué ricura, me viene otra vez la mala leche cuando me acuerdo que Fernando me lo encasilla en carne de chiringuito playero. Mi cachorrillo no es ningún gárrulo, ¿vale?, mi tocinillo de cielo va a ir con su madre que lo ha parido a los restaurantes más selectos de España y del mundo entero y nos van a retirar la silla como dos señores y nos van a reservar el mejor solomillo de la Tierra y nos vamos a comer los Tiramisús de tres en tres, vaya, como que me llamo Puri que eso va a ser así.
-Fefi, por Dios, que la capital de España es Madrid, joder. Quieres hacerle caso a tu hermana que te quiere y te adora. ¿hace un cola-cao, cojones?
-Bueno.
Yo me quiero comprar el diccionario Fefiano. En tres líneas y no colmadas caben todas la palabras que utiliza mi hermanita en una semana. Sí, no, bueno, vale, ahora, adiós. Y alguna va de regalo. No quita la vista del concurso como si se fuese a escapar algún león de la pantalla. Anda que la niña me pregunta algo, está en su mundo y pasa un huevo de mí, no se ha enterado que he venido una hora después de irme. La cena ha sido un visto y no visto pero ella como si apareciera setenta horas después. Silencio, amigas, el programa está superinteresante, en el sumum, no perderse el diálogo de besugos de la presentadora con labios inflamados y tetas asiliconadas y las llamadas que parecen provinientes de Marte por la calidad del sonido. Hola, ¿cómo te llamas? Javier, muy bien, ¿ya sabes la respuesta? No, no puede ser, no me lo puedo creer, ah, que no te llamas Javier, que te llamas Asier. En vez de oreja tengo un zapato. La presentadora se ríe sola como una imbécil. Bueno, entonces ¿te llamas Asier? Pues si te llamas Asier, entonces no eres Javier, ¿no? ¡¡¡¡¡¡Ayyyyyyyy!!!!! Me rebota el sonido, ¿Javier o Asier? Asier. Vale, Asier, te voy a dar una pista, ¿qué ya lo sabes? Pero yo te quiero dar una pistita...porque me has caído bien Javier. La capital de España empieza por M. ¿Tú de dónde eres, majo?
Me voy`para la cocina porque si sigo escuchando a semejante atontada con patas me vuelvo como ella. Dios mío, millones de licenciados en periodismo, millones de guionistas en paro y tienen que echar estas gilipolleces por la tele. Mira con la tontería me he olvidado de Fernando y su chiringuito de playa. Joder, diez llamadas. Se ha cansado y me ha dejado un mensaje. Por favor, coge el teléfono. Disculpa, cariño.
Me voy a zampar las magdalenas a toda velocidad porque como me entre la debilidad me veo marcando el teléfono y perdonando al farfollas de Fernando. Ahora llega la hora de la mala conciencia. Soy así, en un momento mato y despellejo a un jabalí y cuatro camellos pero cuando pasan unos minutos ya no soy nadie. Me tenía que haber quedado y haberlo hablado, tampoco es para tanto, no lo ha hecho a mala fe, encima que me invita y me busca un sitio de puta madre, para una vez que viene, y patatín y patatán...todo lo que quieres, la cosa es considerarme una mierda y ponerlo al machito en un altar. Me trinco el colacao en un pis pas, me tiro un eructito y me voy para el comedor. Cojo a Fernandito y lo coloco en su cunita. Buenas noches, mi amor. Chiringuito de playa...¡¡al chiringuito de playa va a ir su puñetera madre!!
Suena el interfono. Un timbrazo. Me estoy limando las uñas y no me levanto porque no me sale del higo. Primero las llamaditas, luego el mensaje y ahora a tocar los ovarios a mi casa. Otro timbrazo. Como si oyera llover.
- Están llamando al timbre.
- Ya- respondo como si nada a mi hermana que por una vez y sin que sirva de precedente está al caso de lo que sucede a su alrededor.
- ¿Abro?
- Seguro que son testigos de Jehová. No te muevas.
- ¿A estas horas?
- O esos que te analizan el agua para encasquetarte un filtro que vale cuatro mil euros.
- ¿Un poco tarde, no?
- Calla, el programa está superinteresante. Para mí que Javier acierta la segunda pregunta fijo.
Ahora el timbre que suena es el del piso. Me despertará a Fernandito y me cagaré en todo lo que se menea. Asier, ¿estás ahí? Bueno, Javier, por dos mil euros tienes que decirme de qué fruta estoy hablando. Atento, Asier, Oro parece plata no es. ¿Me sigues o te lo repito? No te oigo. Me dicen que hemos perdido la llamada de Javier. ¿Ahora que hacemos? ¿Le damos el premio? Joooo....me pasan unas cosas. La histérica de la presentadora pone cara de refunfuñona y pasan a la publicidad de unos alargadores de penes que me hacen daño a la vista. Seguro que la pelandusca de la presentadora tiene una barraquera de mil pares de demonios.
- Hostia, Fernando, tengo el niño durmiendo, ése que quieres mandar a comer paella a un chiringuito pero que no podía venir a cenar esta noche. Me lo vas a despertar y voy a acabar la noche echando fuego.
- Puri, por favor, no te lo tomes a la tremenda- hace el ademán de darme un abrazo y se lleva un manotazo que no le sienta nada bien-. Joder, Puri, tienes un carácter de la hostia.
- ¿Ahora te enteras, panolis?
- No podemos hablar las cosas civilizadamente, joder- vuelve a intentar el contacto y no me dejo tocar ni un pelo del tobillo-. Perdón, joder, perdón, creí que esta noche podía ser una cena íntima para nosotros. No he querido molestarte, no quiero que creas que desprecio a Fernandito, coño, Puri, que quiero a ese crío, pero esta noche pensé...
No tengo la mala leche suficiente para enviarlo a la mierda sin devolución posible. Me giro y me vuelvo al comedor, me siento en el sofá al lado de Fefi. Fernando se quita la chaqueta y saluda a Fefi que le devuelve el cumplido levantando la mano a lo americano y se sienta a mi lado a ver el concursito que está en su punto culminante. Ya tenemos a Asier de nuevo con nosotros, la que habla es otra presentadora, seguro que a la de antes le ha dado un telele. Oro parece plata no es. Estoy por levantar la mano y decir....¡¡¡FERNANDO!!