ECUACIÓN DE SEGUNDO GRADO (1)



- Buenos días, señora. ¿Paquete urgente?
- Sí, ahora mismo le abro.

No recuerdo estar a la espera de ningún paquete pero quien sabe tengo la cabeza como una cafetera y a veces me rebosa el café y no me entero. Me quito el delantal de hacer croquetas que no queda nada fisno para recibir a un repartidor de paquetes, a no ser que seas Gracita Morales, qué pito de voz el de aquella tía.
Oigo el ruido del ascensor cuando baja a buscar la mercancía, parece que rasque la pared, un día nos quedamos dentro. Mira que se lo hemos dicho al presidente, Edelmiro, el del primero D, pero es un tío muy parado y no achucha a los morosos y como no hay saldo en la cuenta pues a joderse todo el mundo. Edelmiro lleva un par de años de presi, no hay quien quiera serlo, normal, es un sufrimiento lidiar con el personal de mi escalera, no hay forma de ponerse de acuerdo en nada. La última reunión acabó como el rosario de la aurora, porque al final todo se resume en lo mismo, la culpa la tienen los que no han venido. Mientras, los buzones hechos una porquería, son las víctimas inocentes de las guerras intestinas del bloque. Se podría hacer una historia bélica siguiendo los destrozos. Cuando la Maruja se peleó por la limpieza del rellano con la Juanita, a los tres días, los dos buzones aboñegados. Cuando Javier, el camionero, se le inflaron las pelotas por que el hijo de los vecinos le ponía a tope la música a las tantas, ostia que te crió al buzón, respuesta de los vecinos arrancando la chapita con los nombres al día siguiente, arrancada de Javier por la tarde, intervención de Edelmiro y fin de las hostilidades. ¡Un show de Rafaela Carrá! El patio comunitario es una central de mierda, después de pelearse la gente con los de los bajos porque decían que no podían disfrutar de ese espacio, que era comunitario y que no podían utilizarlo de trastero acabaría siendo un nido de ratas, ahora está como un estercolero. Los de los bajos no lo utilizan pero tampoco lo limpian, resultado, mierda sobre mierda. Pero lo peor es lo del ascensor, cualquier día salimos en las noticias, me veo al Matías Prats cantando que el cacharro ha petado y alguien se ha caído del sexto sin paracaídas. Joder, pero es que hay historias y más historias en esta escalera, para no dormir, ahora le ha dado a la hija de la Paulina del cuarto por traerse coleguitas al hueco de la escalera del replano de entrada y tocarles el himno de la alegría con una flauta que no es musical precisamente. La niña no tendrá más de dieciséis años pero como tiene la vergüenza de adorno nos ofrece unas escenitas gratuitas que no tendríamos que consentir, pero nadie le dice nada porque su madre es un bulldog de narices. Yo el día menos pensado le corto la sinfonía pero como siempre esperamos que sea otra la que de la cara. Y el del quinto B, uno nuevo que no saluda nunca, se está tirando el piso abajo, llevan dos meses aporreando sin piedad los paletas y no hay quien descanse, yo desde el tercero los escucho como si me estuvieran tirando un tabique de mi casa. Cuando pueda me piro de este piso, estoy muy a gusto dentro, pero lo que hay fuera es de l
a Rue del Percebe, con Rompetechos incluido, Agapito, el militar retirado del primero, que ve menos que un perro por el culo y te toca la teta cuando te quiere dar la mano. Un caso.

- ¿Y esa barba?- pregunto todavía sorprendida.
- Me busca la INTERPOL, un cambio de imagen.
- ¡Bandido, mas que bandido!

Fernando me zampa un beso de tornillo de los que sacan las telarañas del paladar. Lo hago pasar porque yo criticando a la hija de la Paulina y luego... Cierro la puerta y él me coge por la cintura y empieza a darme besitos en el cuello, será jodío, con esto acaba con mis resistencia en cuatro segundos.

- ¿Me echabas de menos?-me susurra mientras mordisquea el lóbulo.
- Psss...
- Falsa.
- Cabrón.

Me gira y me planta sus ojos de depredador delante de los míos, quiere guerra, la Tercera Guerra mundial se está fraguando. Puri, no sueltes la vara de mando. Me hago la estrecha, le pongo los codos por delante y miro al suelo recatada.

- ¿Qué tal el viaje?- despisto.
- Bien- Fernando encaja el viraje y contraataca-. ¿Y Fernandito, durmiendo?
- Sí, te habrá olido...
- Mala persona...encima que le traía una camiseta del Sevilla...
- No me lo perviertas al crío, su padre es del Barça, lo que me faltaba...
- ¿Durmiendo has dicho?

Juguetea con el primer botón de mi vestido. Ni lo abre ni no lo abre, juega. Yo le acaricio la barba para que no sea todo desierto. Nos damos un pico corto. El botón ya ha caído, me deja el canalillo en exhibición. Mi mano se pierde despistada por su pecho, sin desabrochar la camisa recorro la mata de pelo de sus pectorales y cuando empieza a ronronear noto que recorre su mano derecha aprieta mis nalgas sin vergüenza y su boca empieza a descender por mi cuello peligrosa.

- ¿Todo bien? El trabajo, la familia, los amigos......

Me cierra la boca con un beso profundo y ardiente.




Ronca. Mi ex roncaba y Fernando también. ¿Todos roncan? ¿Será mi cruz? Me empiezo a preocupar, ya son las seis y Fernandito no ha dado señales de vida. Es un bendito. Ha dejado que su madre haga guarrerías españolas con Fernando.
Un hombre desnudo en mi cama, cuánto tiempo, empezaba a pensar que tenía que vestir santos. Fernando venía con ganas, coño, qué se ha vaciado por completo y ahora lo tengo aquí siesteando después de dos polvazos de campeonato. Fernando es un lujazo de hombre. Sabe hacerlo, al menos a mí me gusta, el tigre y la serpiente, lo tiene todo. A veces un ritmo descomunal, atlético, rudo, salvaje. Luego, la serpiente, suave, contorsionando, poro a poro.
¿Y Jesús? ¿cómo será en la cama? Jolín, Puri, tienes unos pensamientos. Te has vuelto una Mata-Hari. Ahora este, después el otro y luego el uno y el otro.

- Vístete mi reina que esta noche te llevo a un restaurante de lujo- siento a mis espaldas como Fernando se ha despertado y lanza el reto.
- Lo siento. Otro hombrecito mantiene ocupada mi vida- respondo sin volverme.
-¿Otro? Ya sabía yo que este bombón no podía ser sólo para mí. No soy celoso, podré compartir con él.

Recorre con un dedo mi espalda y me pasa una electricidad especial. Noto su abrazo poderoso por la retaguardia. Su miembro vuelve a estar en todo lo alto, es insaciable el condenado.

- ¿Podríamos ir los tres?- pregunto para que la gravedad atempere los ánimos.
- Of course, mi princesa. Soy un cornudo consentido, invitaré también al que roba tu corazón.
- Pues ahora mismo lo despierto que está de un remolón....

3 comentarios:

silviagirona dijo...

Grácias por escribir otro capitulo de la Puri, espero que le vaya bien en el Sevillano o haber que hará.Un saludo.

Mayka dijo...

jajajaja....muy bueno Jordi...menudo repaso le han dado a la Puri....muacks!

Anónimo dijo...

Ya no siguen las peripecias de la Puri? o es que me he perido algo?. ¡Queremos mas!

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