Suena el timbre de la puerta. Abro un ojo, el otro se resiste. Fernandito duerme, no debe de ser muy tarde. ¡¡Las ocho y media!! ¿Quién narices se atreve a despertar a una familia de bien a estas horas? ¿Los testigos de Jehová? Ya hace tiempo que no tengo visita de las parejas de turno que me prometían el paraíso si les escuchaba. ¿Vendedores a domicilio? ¿Un domingo? No, no puede ser, el del aceite de Jaén pasa los martes y si fueran colchones hubiese escuchado el megáfono. Los melones tampoco. ¿Alguna vecina que se ha dejado las llaves dentro? ¿Mi madre que viene a firmar la pipa de la paz? No, el cabreo le durará para unos días. Vuelve a sonar insistente el timbre. Lo mejor será abrir porque el sueño de Fernandito corre peligro.
- Coño, Fefi....¿qué haces aquí a estas horas?
- Puri, me dejaste un mensaje en el contestador.
Fefi merece presentación. Es mi hermana del alma. Nos llevamos ocho años de diferencia, vamos, un mundo. Somos la noche y el día, yo, la mayor, la responsable, la que se ha llevado todos los tortazos y ella, la menor, el descuido, pilló sin energías a mis padres que la mimaron todo lo que no está en los escritos, cuando quisieron ponerla en vereda ya era demasiado tarde. Mientras vivió mi padre todavía la mantenía a raya pero en cuanto faltó le salió una rebeldía que la hizo una bala perdida. Vive con mi madre, bueno, no es del todo cierto, de vez en cuando, si no tiene donde caerse muerta aterriza por allí y se pega un par de días durmiendo, arrasando con todo lo que hay en la nevera, viendo videos y escuchando música. Cuando mi madre le calienta la cabeza mucho, coge la puerta y emigra. Es un poco autista, retiro lo de poco, va a su puñetera bola, palabras las justas, monosílabos siempre. No tiene oficio ni beneficio conocido y estable, andorrear con sus amiguetes que aunque no los conozco en persona deben ser unos perlas. Larguirucha, desgarbada, camisetas raídas de grupos heavy, pelos para aquí y para allá, de pena penita pena. Con la ilusión que me hubiese hecho contar con una hermana de esas que son uña y carne, mi gozo en un pozo, desde que murió mi padre yo he tenido que asumir el papel y no me gusta nada. Ha cambiado un poco desde que me echó una mano con Fernandito el tiempo que estuve en los platos de los programas de la tele. Mi crío tiene tiene debilidad por su tita Fefi, debe hablar el mismo lenguaje, se creará que se ha escapado de alguna serie de dibujos animados.
- ¿Ahora nos recogemos?- pregunto con retintín.
- Sí.
- ¿Larga la noche?
- Normal.
- Traes un pestazo a tabaco que tira para atrás....
- Ya.
- A saber dónde habrás estado, hija mía...- le riño con cariño.
- Por ahí- me responde mientras se recuesta en el sofá.
- ¿Hace mucho que no ves a mamá?
- Un par de días...el miércoles.
- ¿Sigues sin trabajo?- empiezo a intensificar el interrogatorio policial.
- No tengo.
- Coño, Fefi, yo de mayor quiero ser como tú....no pegas un palo al agua.
No entra al trapo. Mira al techo como si estuviera contemplando la capilla Sixtina y espera que se acabe el chaparrón.
- ¿Has desayunado?- dulcifico las preguntillas.
- No.
- ¿Tienes apetito?
- Sí.
Fefi en estado puro. Una pared. Me cuesta Dios sacarle un gramo de información, cualquier día me traigo a un agente del FBI para que me ayude. No hay manera de que me explique nada. Es una tumba la muy puñetera. Puri, tienes la coherencia en la planta del pie, se ha ido tu madre servida por querer husmear un poquito en tu salida nocturna pero luego te vistes de falsa autoridad de hermana mayor para preguntar a tu hermana por la suya. Y ella en vez de enviarte a donde pastan las vacas, se calla y espera que te canses.
Yo no sé donde mete lo que se jala esta mujer, con ese tipo de raspa de sardina nadie imaginaría que lleve siete magdalenas mojadas en el cola-cao, le saqué un paquete de doce por quedar bien pero para mí que se las acaba, vaya si se las acaba....Y yo con las tabletas de cereales de 58 calorías, aunque se me queden en la punta del colmillo no puedo perder la cabeza, tengo que perder los excesos del viernes noche.
- ¿Cuándo te vas?- gran exhibición lingüística de mi hermana.
- ¿Irme?- pregunto alucinada.
- ¿No me llamaste para que me quedara con Fernandito?
- Ahhh....no,no...no hace falta...he cancelado la cita.
- ¿Por qué?- me pregunta con cara de carnero degollado.
- Pues...como no me devolviste la llamada pues creí que...bueno, es igual...otra vez será...
- Estoy aquí- sigue con las exhibiciones.
- Ya, ya....pero no, no hace falta Fefi...
- No te entiendo.
No me entiendo ni yo. Anoche me mentalicé de perder el tren Jesús y ahora ya no me apetecen las migas dichosas. No tengo ganas de complicarme la vida. ¿Miedo? Que no, mujer que no, que no es eso...¿Entonces qué es? Que en caliente una es capaz de todo pero cuando se enfrían las cosas pues ya no. Que Rosa es soltera, necesitada, que se le pasa el arroz, que no tiene nada que perder y un bombón que ganar. Pero yo, yo tengo otra situación. ¿Ilusión? Sí, coño, que no me gusta mentir, claro que sí, ¿que me hizo tilín Jesús? La madrugada del sábado aunque estaba más cansada que una burra vieja no pude casi pegar ojo, sentí escalofríos de imaginarme rodeada por aquellos brazos poderosos y se me aceleraba el corazón pensando que podrían besarme aquellos labios carnosos y esculpidos de perfección. Hacía tiempo que no sentía el cosquilleo del amor recorriéndome toda la columna.
Puri, ya no eres una cría, ya no tienes edad para flechazos, eso pasa en las pelis americanas pero a tu edad y con un crío a cuestas no te puedes dejar embaucar como una vulgar ilusa.
Puri, tírate a la piscina, Fernandito no es más que una excusa. Eres madre, sí, pero antes eres mujer. Darías la vida por ese pequeñajo pero eso no impide que tengas derecho a estremecerte entre los brazos de un hombre, a sentir otra ilusiones que te servirán para llenar tu vida. No hay por qué elegir, no hay que sentirse sucia o tonta, basta ya de mala conciencia, no mezcles las churras con las merinas.
Puri, ya tuviste el amor de tu vida, ya creíste que la vida era color de rosa, tú eres muy tontona, se te va la fuerza por la boca pero luego no eres nadie. Los sueños y las ilusiones muchas veces acaban como el rosario de la aurora. Tú no eres una buscona, quién sabe quien será ese Jesús, de donde viene rebotado, a cuántas habrá roto el corazón antes que a ti, ¿después del quinto polvo querrá pasar una tarde en el parque contigo y Fernandito? Espabila.
Puri, los trenes salen de la estación, a veces confundimos los destinos, otras tardan más de lo previsto, pero lo que es seguro es que no pasarán por el comedor de tu casa. Si tú no limpias las telarañas que hay en tu corazón, el hielo que hay en tu cama, no te pases la vida lamentándote de lo que pudo ser y no fue.
4 comentarios:
Me acabo de leer los tres textos uno detrás de otro... y luego he tenido que ordenarlos al revés en mi cabeza ¡jajaja! Si es que la Puri es mucha Puri, seguro que es ella la que se lleva el gato al agua.
¡Olé los buenos escritores!
P.D: ¡me encanta Fernandito!
¡Muacks!
Ojalá que la Puri pueda ir a la comida y llevarselo jejeje o al final se lo dejara a la Rosita o lo mas seguro que el acabando eligiendo a una de ellas.Jejej a ver lo que pasara en la próxima entrega.
Un beso.
jooooo,me has dejado con las ganas....de saber qué pasa al final......ainnsss....estos escritores siempre con la intriga hasta el último momento...un besote y no nos dejes mucho tiempo en vilo....jajaja.
Eres, dentro de los malos tiempos en los que cada uno vive en su entorno , el unico capaz de arrancarme una sonrisa a traves de las aventuras y desventurs de nuestra amiga Puri, asi que por favor te pido no nos prives de seguir contando con los pocos buenos momentos que nos brinda la vida en el dia de hoy de la mano de tu pluma, un besito muy calido
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