Migas. Un plato típico del sur de España, de los tiempos del hambre, harina, agua y dale que te pego al manubrio, remueve, remueve y venga remover, que se pegan y eso es pecado mortal, o no se deslían, o saben mucho a harina, tiene su misterio, ya me lo ha explicado Rosita cientos de veces. Están buenas pero te tienes que preparar para la digestión, entran en el estómago como un ladrillo y no hay sal de frutas que deshaga el entuerto. Las migas tenía su sentido cuando los hombres trabajaban en el campo de sol a sol y no hacía falta hacer régimen, es más, con un plato de migas y cuatro engañabobos pasaban el día. Rosita tiene la mano rota con las migas, sí, no hay duda. No es el mejor manjar para seducir a un hombre como Jesús, no, tampoco hay duda. Por mucho pescadito frito que las acompañe, por mucho tocinillo charruscao que le pongas, por mucho Rioja del bueno que las acompañe, pues no es ninguna frivolité. ¿Jesús están buenas? De maravilla, qué va a decir el chaval, es educado y sabe mentir con elegancia, pero la prueba del algodón no engaña, cuatro cucharadas mal comidas. Suerte del brazo de gitano de crema, ¡¡¡viva la exhibición de calorías!!!. Txas, ha cogido el Rioja por banda y se lo ha mamao solita. Se va a pensar la clientela que yo me rodeo de borrachas pero es que tengo unas amigas que...vamos...eso sí, aprenden de los errores, porque Rosita no ha parado de darle al agua en toda la comida, ya tuvo bastante con las vomiteras de la noche de ronda.
La escena postcomida es para hacernos una foto. Tres tías sentadas en un sillón y Jesús sentado en otro. Y Txas que no se corta un pelo y después de soplarse el Rioja como si fuese coca-cola ahora saca papel de fumar y se pone a liarse un peta como si tal cosa.
-Txas, por favor...- le suelta una Rosita que parece la señorita Rottenmeyer.
-¿Qué pasa? ¿Quieres uno? No, ya lo pasamos.... ¿Hace, Jesús?
-No, gracias-responde sorprendido con cara de dónde me he metido.
-No te cortes, esta Rosita que ahora se hace la mosquita muerta es una tía de armas tomar, si yo te contara...
-Txas, coño, vale ya...y además, tú no cuentas nada de nada.
-¿Ahora te vas a hacer la recatada? Vamos, mujer, que tenemos ya unos cuantos tiritos dados.
- Por cierto, Txas, y tu madre...- le pregunto para reconducir la situación.
- Puri, tu siempre tan considerada, tan atenta, no se te escapa nada...Tranqui, colega, controlo...mi madre, de puta madre- se ríe con una risa absurda acorde con su tasa de alcoholemia-. Pues con sus cosas, renegando de su mala suerte, como que quedarse sin mi padre hubiese sido algo malo, con la de guantazos que se ha llevado en su puta vida...
- Txas, basta ya....te estás pasando cuatro pueblos. ¿Qué va a pensar Jesús? Es mi invitado y no consiento...
-Eso, eso...tienes razón, mucha razón...Jesús, vida, ¿qué piensas de este trío?
Jesús estaba dándole un sorbito al café y aunque fue capaz de deshacerse de dos choris como el que se toma un vermouth, se le suben los colores y no sabe qué responder. Se toma su tiempo, deja la taza en la mesita y nos mira aguantando el tipo.
-Buena pregunta... que qué pienso de vosotras tres...pues...-duda, no debe de ser fácil la respuesta-. Que tengo muchísima suerte de haberos conocido.
-Ole, mi niño, qué salao y qué mentiroso que es, pégate una caladita, joío...-Txas estira la mano pero Jesús vuelve a rechazarlo.
Empiezo a sentirme un pelín incómoda. Se ha perdido la finura y el buen estar, yo no he dejado a mi Fernandito, con el trabajo que me ha costado, para aguantar a esta Txas que está desbocada y que está haciendo pasar las de Caín al pobre Jesús (vaya lío bíblico me ha salido). No tengo paciencia ninguna y rápido se me suelta la lengua, me hubiese ido bastante mejor en esta vida si en algunas ocasiones hubiese contado hasta diez, o hasta veinte y en algunos casos hasta mil, pero cuando a una la han parido así no es cuestión de cambiarla, se descafeína y no sirve para nada. Ha llegado el momento de ponerle las peras a cuarto a Txas.
- Txas, tú sabes que yo te quiero mucho, ¿verdad?-empiezo con vaselina.
- Puri me das miedo....
- Poco para lo que te mereces.
- Uyuyuyuy....-sigue de cachondeo porque no se intuye el chaparrón que le va a caer.
- Mira, Rosita y yo pasamos la otra noche un miedo del copón, nos pasó de todo y nuestro invitado tuvo la gallardía de quitarnos de encima a un par de pillastres que nos querían limpiar el monedero y tal como iban de cargaditos lo mismo hubieran hecho alguna cosita más. ¿Me sigues?
- No sabía yo...
- Además nos cacheó la poli, nos tocó los ovarios un taxista gilipollas y no nos pasó más porque Jesús nos acompañó a casita en moto que parecíamos el equipo A.
- Vaya aventurita. La próxima no me la pierdo, siempre me dejáis en tierra cuando pasan cosas buenas de verdad.
Txas no acababa de ver por donde voy, la tía le mete una calada al peta y parece una chimenea industrial, luego, superándose, pone los pies encima de la mesita como si fuera una adolescente llena de acné y se ría de todo y de todos como si fuese prima hermana de Chiquito de la Calzada.
- ¿Sabes adonde quiero ir a parar?- le pregunto con cara risueña.
- Pues, no, pero yo te dejo, Puri, ya sabes que entre tú y yo hay confi...sigue, tú a lo tuyo.
- Pues que tienes muy poquita educación, porque a este entierro nadie te ha invitado, te has quedado de gorra, y nosotras con mucho gusto te hemos acogido en nuestro seno, vaya, más bien Rosita, que la casa es suya, porque pensábamos que teníamos una amiga que se sabría comportar y no una gorrina con patas que parece que le han enseñado educación en el Bronx. ¿Vale, guapina de cara?
-Puri, no saques las cosas de quicio, no es para tanto..
-¡¡ Ni Puri ni pollas!! Te sientas bien, hóstia, te apagas el puto peta y te comportas como una persona o te coges la puerta y en la calle falta gente, joder.
Rosita no se puede contener y aplaude como si fuese un gol de España, Jesús intenta mirar para otro lado pero se le escapa una risita furtiva.
- Perdona, Jesús...el Rioja y la maría tienes estas cosas, Txas es buena gente pero hay tiene el día atravesado.
-No, ya...todos tenemos un mal día.
Txas se levanta humillada y se va al lavabo. Las cosas tienen un límite.
- ¿A qué te dedicas? – le pregunto a Jesús para crear un ambiente algo más distendido después de la escenita.
- Trabajo en Caja Madrid.
- ¿Manejando dinero? ¿Qué chollo, no?- intenta meter cucharada Rosita que está un poco pasiva.
- Ya lo has dicho, lo manejamos, pero luego va al bolsillo de otros.
- Bueno, siempre puedes hacer dos para ti y uno para mí, ¿no?- coge carrerilla Rosita.
- Pues, mejor que no, porque luego será todos para ellos y te vas a la calle para ti. ¿Y vosotras? ¿trabajáis?
- Pues claro, somos mujeres modernas, no hemos encontrado ningún jeque árabe que quiera mantenernos, aunque no le dejaríamos, ¿verdad, Rosita?
- Yo sí, yo querría ser una mantenida pero ninguno pica- se ríe absurda en sí misma.
- Yo tengo una tienda de moda en el barrio. Modas Bianca Glamour.
- ¿Sí? ¿Qué lujo? ¿Y ese nombre?- pregunta muy sorprendido Jesús.
- Es una larga historia, algún día si te portas bien te la contaré- le guiño el ojo con picardía.
- Yo soy muy bueno- me corresponde el juego.
- Pues entonces tienes mucho ganado. La única mala que aguanto soy yo.
- ¡¡¡Yo soy cajera del DIA!!!- se cruza Rosita chafando la guitarra.
- Interesante, muy interesante.- despista Jesús que siempre tiene un cumplido en su boca.
La escena postcomida es para hacernos una foto. Tres tías sentadas en un sillón y Jesús sentado en otro. Y Txas que no se corta un pelo y después de soplarse el Rioja como si fuese coca-cola ahora saca papel de fumar y se pone a liarse un peta como si tal cosa.
-Txas, por favor...- le suelta una Rosita que parece la señorita Rottenmeyer.
-¿Qué pasa? ¿Quieres uno? No, ya lo pasamos.... ¿Hace, Jesús?
-No, gracias-responde sorprendido con cara de dónde me he metido.
-No te cortes, esta Rosita que ahora se hace la mosquita muerta es una tía de armas tomar, si yo te contara...
-Txas, coño, vale ya...y además, tú no cuentas nada de nada.
-¿Ahora te vas a hacer la recatada? Vamos, mujer, que tenemos ya unos cuantos tiritos dados.
- Por cierto, Txas, y tu madre...- le pregunto para reconducir la situación.
- Puri, tu siempre tan considerada, tan atenta, no se te escapa nada...Tranqui, colega, controlo...mi madre, de puta madre- se ríe con una risa absurda acorde con su tasa de alcoholemia-. Pues con sus cosas, renegando de su mala suerte, como que quedarse sin mi padre hubiese sido algo malo, con la de guantazos que se ha llevado en su puta vida...
- Txas, basta ya....te estás pasando cuatro pueblos. ¿Qué va a pensar Jesús? Es mi invitado y no consiento...
-Eso, eso...tienes razón, mucha razón...Jesús, vida, ¿qué piensas de este trío?
Jesús estaba dándole un sorbito al café y aunque fue capaz de deshacerse de dos choris como el que se toma un vermouth, se le suben los colores y no sabe qué responder. Se toma su tiempo, deja la taza en la mesita y nos mira aguantando el tipo.
-Buena pregunta... que qué pienso de vosotras tres...pues...-duda, no debe de ser fácil la respuesta-. Que tengo muchísima suerte de haberos conocido.
-Ole, mi niño, qué salao y qué mentiroso que es, pégate una caladita, joío...-Txas estira la mano pero Jesús vuelve a rechazarlo.
Empiezo a sentirme un pelín incómoda. Se ha perdido la finura y el buen estar, yo no he dejado a mi Fernandito, con el trabajo que me ha costado, para aguantar a esta Txas que está desbocada y que está haciendo pasar las de Caín al pobre Jesús (vaya lío bíblico me ha salido). No tengo paciencia ninguna y rápido se me suelta la lengua, me hubiese ido bastante mejor en esta vida si en algunas ocasiones hubiese contado hasta diez, o hasta veinte y en algunos casos hasta mil, pero cuando a una la han parido así no es cuestión de cambiarla, se descafeína y no sirve para nada. Ha llegado el momento de ponerle las peras a cuarto a Txas.
- Txas, tú sabes que yo te quiero mucho, ¿verdad?-empiezo con vaselina.
- Puri me das miedo....
- Poco para lo que te mereces.
- Uyuyuyuy....-sigue de cachondeo porque no se intuye el chaparrón que le va a caer.
- Mira, Rosita y yo pasamos la otra noche un miedo del copón, nos pasó de todo y nuestro invitado tuvo la gallardía de quitarnos de encima a un par de pillastres que nos querían limpiar el monedero y tal como iban de cargaditos lo mismo hubieran hecho alguna cosita más. ¿Me sigues?
- No sabía yo...
- Además nos cacheó la poli, nos tocó los ovarios un taxista gilipollas y no nos pasó más porque Jesús nos acompañó a casita en moto que parecíamos el equipo A.
- Vaya aventurita. La próxima no me la pierdo, siempre me dejáis en tierra cuando pasan cosas buenas de verdad.
Txas no acababa de ver por donde voy, la tía le mete una calada al peta y parece una chimenea industrial, luego, superándose, pone los pies encima de la mesita como si fuera una adolescente llena de acné y se ría de todo y de todos como si fuese prima hermana de Chiquito de la Calzada.
- ¿Sabes adonde quiero ir a parar?- le pregunto con cara risueña.
- Pues, no, pero yo te dejo, Puri, ya sabes que entre tú y yo hay confi...sigue, tú a lo tuyo.
- Pues que tienes muy poquita educación, porque a este entierro nadie te ha invitado, te has quedado de gorra, y nosotras con mucho gusto te hemos acogido en nuestro seno, vaya, más bien Rosita, que la casa es suya, porque pensábamos que teníamos una amiga que se sabría comportar y no una gorrina con patas que parece que le han enseñado educación en el Bronx. ¿Vale, guapina de cara?
-Puri, no saques las cosas de quicio, no es para tanto..
-¡¡ Ni Puri ni pollas!! Te sientas bien, hóstia, te apagas el puto peta y te comportas como una persona o te coges la puerta y en la calle falta gente, joder.
Rosita no se puede contener y aplaude como si fuese un gol de España, Jesús intenta mirar para otro lado pero se le escapa una risita furtiva.
- Perdona, Jesús...el Rioja y la maría tienes estas cosas, Txas es buena gente pero hay tiene el día atravesado.
-No, ya...todos tenemos un mal día.
Txas se levanta humillada y se va al lavabo. Las cosas tienen un límite.
- ¿A qué te dedicas? – le pregunto a Jesús para crear un ambiente algo más distendido después de la escenita.
- Trabajo en Caja Madrid.
- ¿Manejando dinero? ¿Qué chollo, no?- intenta meter cucharada Rosita que está un poco pasiva.
- Ya lo has dicho, lo manejamos, pero luego va al bolsillo de otros.
- Bueno, siempre puedes hacer dos para ti y uno para mí, ¿no?- coge carrerilla Rosita.
- Pues, mejor que no, porque luego será todos para ellos y te vas a la calle para ti. ¿Y vosotras? ¿trabajáis?
- Pues claro, somos mujeres modernas, no hemos encontrado ningún jeque árabe que quiera mantenernos, aunque no le dejaríamos, ¿verdad, Rosita?
- Yo sí, yo querría ser una mantenida pero ninguno pica- se ríe absurda en sí misma.
- Yo tengo una tienda de moda en el barrio. Modas Bianca Glamour.
- ¿Sí? ¿Qué lujo? ¿Y ese nombre?- pregunta muy sorprendido Jesús.
- Es una larga historia, algún día si te portas bien te la contaré- le guiño el ojo con picardía.
- Yo soy muy bueno- me corresponde el juego.
- Pues entonces tienes mucho ganado. La única mala que aguanto soy yo.
- ¡¡¡Yo soy cajera del DIA!!!- se cruza Rosita chafando la guitarra.
- Interesante, muy interesante.- despista Jesús que siempre tiene un cumplido en su boca.
4 comentarios:
Bueno, como nadie te dice nada lo diré yo.
A mí me gustan estas situaciones "absurdas", cómicas, entrañables... estas situaciones que a todos en algún momento de nuestras vidas nos han pasado. Un beso y sigue escribiendo tan bien!
¡Jajaja! ¡Cuánta razón tiene Pri! ¿Pero de dónde ha salido esa "gorrina con patas"? Es que... ¡Menuda impresentable! Ahora, la Puri podía haberse cortado un poquito con los tacos, que eso no pega con Bianca Glamour. ¡Jajaja!
jajajaja.....menudo bronca le ha pegado la Puri a Txas.....muy bien!!!,qué divertida escena...me he imaginado sentada en otra sofá partiéndome de risa con el numerito...muy divertido niño!
asi se habla PURI!!!!.......que hay que saberse comportar y TXAS como que se pas de la raya..........un beso y espero impaciente el final feliz ........verdad???? jajajajaj
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