- Buenas noches,¿algún problema con mis amigas?
El que habla es un tipo que está apoyado tres coches más para allá y que a mí me parece un auténtico ángel de la guarda, no le faltan ni las alas, tiene una chaqueta blanca inmaculada que puede dar el pego. Los saqueadores nocturnos se giran con cara de malas pulgas. Los brazos en jarra y un bamboleo chulesco anticipan un intercambio de impresiones poco amistoso, no sé, no tengo la bola de cristal pero como que pondría la mano en el fuego que esto no acaba con besitos de buena voluntad.
- Gilipollas de mierda, ¿te ha dado alguien vela en este entierro?- la voz cantante siempre es el primero en abrir el fuego.
- Eso, eso...vela...vela...entierro... entierro...- el risitas hace oposiciones al premio Cervantes.
Se lleva la mano al bolsillo, coge una cajetilla de Malboro, le quita la cintita de plástico, corta el protector de papel, saca un pitillo y con toda la parsimonia de mundo se lo coloca en la boca y tiene los cojones cuadrados para dirigirse a los quinquis con toda la flema del mundo.
- ¿Tenéis fuego?
¡¡¡Es mi héroe!!! Yo esto lo he visto en alguna película, el puto Bond o el Indiana Jones o yo que sé....pero esto es increíble....éste es el bueno de la peli y viene a salvarnos...¡¡¡me cago en la leche!! Tengo que fregarme los ojos para cerciorarme de que no es un sueño.
- ¿Fuego? ¿Fuego? Te voy a meter un navajazo que te va arder los huevos...- dice el Pinki mientras se pone en posición de ataque
- Te vas a cagar, chaval- jalea el risitas en segundo término, siempre detrás.
El que habla es un tipo que está apoyado tres coches más para allá y que a mí me parece un auténtico ángel de la guarda, no le faltan ni las alas, tiene una chaqueta blanca inmaculada que puede dar el pego. Los saqueadores nocturnos se giran con cara de malas pulgas. Los brazos en jarra y un bamboleo chulesco anticipan un intercambio de impresiones poco amistoso, no sé, no tengo la bola de cristal pero como que pondría la mano en el fuego que esto no acaba con besitos de buena voluntad.
- Gilipollas de mierda, ¿te ha dado alguien vela en este entierro?- la voz cantante siempre es el primero en abrir el fuego.
- Eso, eso...vela...vela...entierro... entierro...- el risitas hace oposiciones al premio Cervantes.
Se lleva la mano al bolsillo, coge una cajetilla de Malboro, le quita la cintita de plástico, corta el protector de papel, saca un pitillo y con toda la parsimonia de mundo se lo coloca en la boca y tiene los cojones cuadrados para dirigirse a los quinquis con toda la flema del mundo.
- ¿Tenéis fuego?
¡¡¡Es mi héroe!!! Yo esto lo he visto en alguna película, el puto Bond o el Indiana Jones o yo que sé....pero esto es increíble....éste es el bueno de la peli y viene a salvarnos...¡¡¡me cago en la leche!! Tengo que fregarme los ojos para cerciorarme de que no es un sueño.
- ¿Fuego? ¿Fuego? Te voy a meter un navajazo que te va arder los huevos...- dice el Pinki mientras se pone en posición de ataque
- Te vas a cagar, chaval- jalea el risitas en segundo término, siempre detrás.
La escena tiene su punto. Los dos atracadores agitándose nerviosos alrededor de aquel tipo de traje blaco inmaculado que se lleva con toda parsimonia el cigarrillo a la boca sin darle ninguna importancia al zarambuteo de aquellos jovenzuelos. Rosa y yo abrazadas como si nos fuera la vida en ello. Los choris pegando gritos como posesos, sacando los dientes y escupiendo al suelo cada dos por tres.¡Maleducados! Intentar sacar de sus casillas al flemático invitado nocturno adjudicándole a su mamaíta la profesión más antigua del mundo y lanzando amenazas cada vez más subidas de tono. No tienen huevos de tomar la iniciativa. Perro ladrador, poco mordedor.
- Rosa, ¿salimos por patas?- le susurro al oído a mi amiga.
- No, Puri... no podemos dejar solo a este muchacho...son capaces de matarlo- me dice Rosita con tono compasivo.
- Pues anda que nosotras le vamos a ser de mucha ayuda...-sale la venilla práctica.
- Lo único gritar.... Puri, yo estoy cagada...-siento como Rosa tirita.
- Rosita, Rosita... contrólate, por favor...con lo que has echado por la boca como para que te desboques por el culo....-me sale un humor negro, nunca mejor dicho.
Un poco más y nos perdemos lo mejor de la noche por estar de cháchara. Tres segundos. Pim pam pum. Una patada lanzada con una destreza milimétrica impacta en la mano del Pinki y manda la navaja a san Dios. Otra patada le impacta en la cara y lo tira panza arriba dejándolo ko técnico. Al risitas se le cortan las ganas de choteo de cuajo y que cuando se ve sólo delante del peligro opta por el pies para que os quiero y sale calle abajo corriendo que se las pela. Sin despeinarse, el benefactor retuerce el brazo derecho del Pinki por su espalda y le dice algo al oído. El Pinki suplica clemencia y jura que no volverá a molestar a criaturas indefensas. Magullado pero diligente abandona el escenario haciendo mutis por el foro en la misma dirección que su compañero. Colorín, colorado, el atraco se ha acabado.
- Buenas noches. No me gusta la violencia...pero hay casos en que es necesaria.
- Claro, claro...- no puedo articular palabra después de la exhibición de taekondo del fulano.
- Perdonad, no me he presentado...soy Jesús... encantado de conoceros, aunque sea en estas circunstancias.
- Puri y Rosa...encantada...- Rosa responde sin poder reprimir que se le caiga la babilla.
- Rosa, ¿salimos por patas?- le susurro al oído a mi amiga.
- No, Puri... no podemos dejar solo a este muchacho...son capaces de matarlo- me dice Rosita con tono compasivo.
- Pues anda que nosotras le vamos a ser de mucha ayuda...-sale la venilla práctica.
- Lo único gritar.... Puri, yo estoy cagada...-siento como Rosa tirita.
- Rosita, Rosita... contrólate, por favor...con lo que has echado por la boca como para que te desboques por el culo....-me sale un humor negro, nunca mejor dicho.
Un poco más y nos perdemos lo mejor de la noche por estar de cháchara. Tres segundos. Pim pam pum. Una patada lanzada con una destreza milimétrica impacta en la mano del Pinki y manda la navaja a san Dios. Otra patada le impacta en la cara y lo tira panza arriba dejándolo ko técnico. Al risitas se le cortan las ganas de choteo de cuajo y que cuando se ve sólo delante del peligro opta por el pies para que os quiero y sale calle abajo corriendo que se las pela. Sin despeinarse, el benefactor retuerce el brazo derecho del Pinki por su espalda y le dice algo al oído. El Pinki suplica clemencia y jura que no volverá a molestar a criaturas indefensas. Magullado pero diligente abandona el escenario haciendo mutis por el foro en la misma dirección que su compañero. Colorín, colorado, el atraco se ha acabado.
- Buenas noches. No me gusta la violencia...pero hay casos en que es necesaria.
- Claro, claro...- no puedo articular palabra después de la exhibición de taekondo del fulano.
- Perdonad, no me he presentado...soy Jesús... encantado de conoceros, aunque sea en estas circunstancias.
- Puri y Rosa...encantada...- Rosa responde sin poder reprimir que se le caiga la babilla.
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