ELLAS SON PARA EL VERANO escrito por JL

Por fin llegó el momento. Divisé unas cuantas al final del pasillo y me acerqué lentamente hacia ellas. Como siempre, al hablarme en mandarín no me enteraba de nada, al final me decidí por la más cara. Paseé por todo el CALLEJÓN (super equiparable al Carrefú) con ella, orgulloso de poder llevarla a mi lado. Su compañía me daba seguridad y confianza. Aún recuerdo con añoranza el día en que nos conocimos... “Ellas son para el verano”, pensé. Fue espectacular, aquel día volví a nacer y me sentí mejor que nunca. También recuerdo el día que salí del salón de té y ella no estaba. No me lo podía creer. Nunca antes me había fallado. Quizás ella tenía demasiada libertad… “Debería haberla atado mejor”. Me sentí desnudo y solo en Beijing. La misma ciudad que antes había recorrido junto con ella. Cuatro meses de relación tirados por un descuido absurdo… “Un clavo quita a otro clavo” y a la semana ya estaba con otra. Esta tenía más clase, era más auténtica y con personalidad propia aunque me salió un poco más cara. Me enseña la ciudad de una manera diferente, aunque tengo que reconocer que intento “amarrarla” de una manera más fuerte para que no me pase lo mismo que con la anterior…estoy más pendiente e intento no dejarla sola nunca. Las bicicletas eléctricas son un invento cojonudo, te llevan a todos sitios, no gastas en gasolina y te permiten disfrutar al máximo de esta ciudad… aunque como sucede en el amor… siempre recordaré la primera, aquella que me robaron mientras estaba en el salón del té…En Beijing las bicicletas son para el verano... y para todo el año.

2 comentarios:

laura dijo...

Y donde quedo lo de pedalear?? jajaja


Saludos ...... Lagamu

Anónimo dijo...

Me gusta saber de estos chinitos....

Seguidores