UN MÍNIMO DE MANDARÍN escrito por JL


Ya ha pasado casi un año que estoy por estas tierras… ¡Cómo pasa el tiempo! Me acuerdo una de las primeras veces salí a descubrir Shanghai durante el invierno pasado que hizo tanto tanto frío ¿os acordáis? Pues me encontraba perdido por las calles del más lejano oriente tomando un té verde tamaño gigante y necesitaba ir al baño urgentemente porque mi uretra iba a explotar. Total, que no me atrevía a hacer pis en la calle porque temía que se me congelaría al sacarla… en el lugar solo podía ver un restaurante chino de esos que son super elegantes, con leones en la puerta y esas cosas… que no son de los que entras desapercibido, vas al baño y te vas corriendo… No tenía otra alternativa… Me decido a entrar y ya tengo a 20 camareros diciéndome en un tono muy amable que me siente. Aunque me estaba meando, hago un esfuerzo enorme para sonreír sólo un poquito porque sé que si sonrío un poco más me puedo mear encima…Amablemente, les digo que necesito ir al baño en inglés. Parece que mi “toilet” no fue entendido por los camareros y me ofrecen de una forma muy cordial la carta. Notaba que mi uretra me pedía a gritos descargar, y con ese tono amable que ellos tienen les dije que no quería comer y que necesitaba ir al “washroom”. Otra palabra que no entendían, ya que el camarero que tenía más cerca separó la silla de la mesa para que me sentara. Estaba desesperado, no podía más… cuando veo a una camarera que me traía rápidamente un plato y palillos, iba a estallar… Ya fuera de mí, con una mano hice el gesto de limpiarme mi trasero para ver si así me entendían… entonces la camarera procedió a darme servilletas ya que entendía que me quería limpiar allí mismo… Ya sólo me quedaba una salida… sí, lo hice… me bajé la bragueta en medio del restaurante para ver si así ya lo entendían... Todos los camarer@s estallaron en una gran carcajada al entender lo que me pasaba… Es que imaginaos la situación… Llevaba 1 semana en China, y mi mandarín se limitaba a un triste y tímido “Ni hao”. A partir de ese momento, xishoujian (lavabo) se convertiría en una palabra inolvidable. Otra de las palabras que aprendí fue “meiguanxi” que yo entendí que quería decir “perdón”. Si pisaba a alguien en el metro o me tropezaba con alguien le soltaba el “meiguanxi” con una sonrisa de oreja a oreja. Hasta que un día llegué media hora tarde al estudio de grabación y le solté a la técnica “meiguanxi”… su cara era de sorpresa… entonces, mi compañera que habla chino y español me explicó entre carcajadas y con lágrimas en los ojos que “meiguanxi” quiere decir no pasa nada, y no perdón como yo tenía entendido…Lo curioso es como aún no me han partido la cara…


1 comentarios:

laura dijo...

jajajaja que bueno, asi que pisabas a alguien y le decias que no pasa nada, el otro pensaria , claro para ti no, pero para mi juanete ni te cuento jajaja

Saludos ........ Lagamu

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